Fernando Bonilla: «Los dilemas son los que más me interesan para crear»
Por: Eduardo Chapellín
«Siempre he sido muy reacio al tema de encasillarme en una corriente o etiquetarme, porque pienso que implican una limitación, pero haciendo una retrospectiva soy un autor y un director que suele estar relacionados con temáticas sociales y políticas sin duda», señaló Fernando Bonilla, escritor y director de El corrido del Rey Lear, que se presentó el pasado jueves y viernes en el Teatro Nacional de Caracas.
Esta obra mexicana que estuvo montada por la Compañía Puño de Tierra, forma parte del II Festival Internacional Progresista 2023, que por cierto rinde homenaje a esta nación. Bonilla aclaró que «todo el teatro es político. Cuando haces un teatro frívolo implica tomar una decisión política. En el caso de El corrido del Rey Lear, es mostrar que el motor de esta obra es de explorar la idea de que el teatro puede ser una palanca de transformación social, que de pronto es un mantra que tenemos los teatreros, pero muchas veces siento que es mal entendido».
De acuerdo a la sinópsis, esta historia que envuelve al teatro dentro del teatro, el personaje del primer actor Héctor Balzaretti prepara su próximo y esperadísimo estreno de el clásico shakesperiano El Rey Lear. El conflicto surge cuando el intérprete en medio de un momento personal desfavorable, no consigue memorizar sus líneas. Así surgen una serie de situaciones con sus compañeros, mientras la relación con su hija se deteriora notablemente. Y tras un giro imprevisto del destino, Balzaretti debe enfrentarse a conflictos cotidianos en medio de circunstancias que lo obligan a montar la obra con una improvisada compañía de narcotraficantes a los que él debe enseñar actuar, con el riesgo de morir en el intento.
Bonilla acotó que este texto, cuyo montaje dura dos horas es el último que estrenó el año pasado en Ciudad de México por tres meses y que Venezuela es el primer país donde se presenta internacionalmente: «No es una versión del clásico shakesperiano El Rey Lear. sino de un personaje donde su vida está teniendo muchas similitudes con el personaje de Shakespeare».
«Creo que es una obra que critica mucho el ego del teatro burgués, al que pertenece este primer actor. Evidentemente nos habla de las enormes diferencias sociales y de las realidades polarizadas que existen en México. Por lo menos en la obra, este actor vive en una burbuja que casi no se relaciona con la realidad que le toca descubrir en este secuestro», reflexionó.
Acotó que aunque la pieza «habla de México fundamentalmente, refleja a nuestra América Latina, ya que somos un mismo pueblo con muchísimas maneras de encontrarnos. La obra habla de muchas cosas complejas que suceden en México, pero que pueden pasar en otros países de nuestro continente».
También este «cuate» conversó sobre su próxima creación a estrenar: Mercán, pautada para octubre durante el Festival Cervantino de México: «Es la historia de un artista conceptual que ha sido denunciado por colectivos feministas por utilizar en su obra el dolor y el tema de los abusos sexuales sufridos por su esposa, obra que al final es cancelada. Por eso crea este trabajo de teatro para contestarle a quienes lo critican».
Bonilla que la hora de escribir esta pieza se centró «en la ambigüedad, es decir enfrentar dos posturas en las que creo que hay verdad. Es un dilema sobre el que a mi me parece difícil definirme y mi objetivo con esta obra es poner al espectador en una línea en donde habrá gente que estará de acuerdo con el autor y otras con que se le haya cancelado su obra. Creo que justamente en una época sobre lo que se debe o no se debe hacer, debemos tener ópticas más complejas. Cada caso requiere de nuestra atención y entendimiento, pero son los dilemas en los que me cuesta más trabajo tomar postura, son los que más me interesan para crear».