Invisibles no necesita inteligencia artificial
Cuando uno aprecia un documental como Invisibles, donde no se truquean escenas con ediciones fraudulentas, o se utiliza la hoy campante inteligencia artificial para crear individuos ficticios, sino que se aprecia la realidad cruel de la gente que está en situación de calle, sea en nuestro país o en cualquier rincón de este agobiado planeta, se puede llegar a una contundente y repetida afirmación: la realidad supera la ficción.
Y es que Invisibles, prenominado a los Premios Platino del Cine Iberoamericano 2023, cuenta la historia de personas que viven en situación de calle en Madrid, España, e incluye testimonios reales de los afectados, así como el de trabajadores sociales de diferentes entidades que fomentan su reinserción en la sociedad.
Es un proyecto producido y creado por Sierralta Entertainment de Miguel Sierralta y dirigido por Daniel Landa, quien señala y se aprecia crudamente en la pantalla grande, «la intención del documental es resaltar la vida de miles de personas que permanecen invisibles a los ojos de los demás. Los protagonistas no son actores ni actrices sino personas reales».
Miguel Sierralta, presidente y CEO de Sierralta Entertainment, mediante gacetilla de prensa agrega: «Miles de personas en el mundo permanecen invisibles a los ojos de los demás. Habitan las mismas calles que pisamos, viven en las mismas ciudades que transitamos a diario. Están ahí, en carne y hueso, pero no los vemos. Y no los vemos porque son invisibles a nuestra alma, que no a nuestros ojos. Personas como tú que un buen día lo perdieron todo y acabaron sin techo, viviendo en la calle con lo que eso conlleva: ser invisible para la sociedad».
El detonante puede ser «una mala racha económica, un divorcio injusto, una enfermedad, no tener una familia que te sustente, la pandemia… Son historias de personas reales cuyas vidas han caído por un precipicio, el de la pobreza y el olvido. El de no ser importantes para nadie nque es la mayor expresión de la pobreza, la de ser invisible como ser humano para los demás».
«Historias que, ¿quién sabe?, algún día podrán ser relatadas de otra forma, con un final feliz», finaliza el boletín.
En fin, a nivel técnico el trabajo es perfecto porque apoya esta realidad, sin caer en sentimentalismos traídos por los pelos. Además, el guión de trabajo deja que estos seres hablen sin tapujos y den sus razones por haber llegado a este estado de abandono. Nada ficticio sino realidad pura.
Imaginamos que el director Daniel Landa sintió cada situación que plasmaba, no dejando cabos sueltos, que es importante a la hora de hacer un documental. Merece tener una buena difusión este trabajo, ya que no todo son cintas de súper héroes.