Diablos de Miranda apuesta a la sangre joven a futuro

Luego de un año en pausa activa, Diablos de Miranda reaparece en la Superliga Profesional de Baloncesto (SPB) con miras a clasificar, pero con un proyecto a tres años, donde buscarán desarrollar la sangre joven de cara a establecer una franquicia competitiva en la liga.

De entrada, el técnico Lucas Gil Russo y su asistente Manuel Echuzuria, tienen experiencia en categorías menores de formación.

De ahí que la directiva encabezada por Héctor Aponte, realizó varios “try outs” por todo el estado Miranda, observando hasta 522 jóvenes entre quince y 23 años, de los cuales se decantaron al final por treinta, que estarán entrenando y preparándose todo el año. Sin embargo, de esa camada Carlos Mijares estará en la plantilla que participará en la justa.

Y también la experiencia estará presente, ya que luego de seis años de ausencia y con cuatro décadas encima, Juan Manaure vuelve al básquet rentado: “La idea es jugar y apoyar a los muchachos más jóvenes”.

Aparte de los tres importados: dos dominicanos y el colombiano Armando Peña (por los momentos no piensan cubrir la cuota máxima de cinco), los infernales contarán con los criollos Elián Centeno, Edry González, Alvaro Peña, José Ascanio (vía préstamo de Guaiqueríes), Abrouse Acosta, Neill Ojeda y José Manaure, entre otros. 

Sobre el proyecto a futuro y luego de la zafra de la SPB, Diablos piensa mantener en el país al técnico Gil Russo para que continúe con el objetivo del desarrollo de esa camada de treinta jugadores, aparte de los que se incorporen a futuro. La idea es que este trabajo de formación logre que el nuevo talento pueda jugar más de un puesto en la cancha, según sus capacidades. Gil Russo acotó: «Puntualidad, alimentación y la preparación física de cada jugador son indispensables para lograr esa nueva camada».