María Batta se consagró Campeona Suramericana de Fisicoculturismo
A María Batta solo le bastó un año y tres competencias para convertirse en campeona suramericana de la categoría wellness en fisicoculturismo.
“Me siento súper feliz, porque sé que lograr lo que logré no es fácil. Pocos lo logramos en tan poquito tiempo, porque teniendo en cuenta que este es mi primer año como atleta con tan solo dos competencias en mi país y luego salir del país y representarnos y además ganar todos los primeros (lugares) es un honor muy grande que Dios me dio la oportunidad de vivir”, aseguró Batta, nativa de Guasdualito, estado Apure.
“La clave ha sido la disciplina y la constancia, creer en ti mismo y seguir luchando contra todo y hasta contra ti, tus pensamientos y sentimiento”, compartió la atleta que se tituló en las categorías wellness y wellness challenger, para sumar cuatro títulos durante el fin de semana de competencia en Quito, Ecuador.
“La categoría wellness, es una categoría donde buscan resaltar primeramente la belleza femenina y también un trabajo muscular donde el tamaño más pronunciado sea en el tren inferior y la zona alta tren superior sea más delgado como un bikini, para crear esa ilusión de desproporción entre ambas partes del cuerpo. El challenger es la categoría de novatos donde se presentan atletas que no han competido a nivel internacional. Ahí gane primer lugar y overall, logrando así pasar a competir en el Sudamericano como tal y ganar primer lugar y overall nuevamente”, explicó Batta, que además recibió la tarjeta que a acredita como atleta profesional.
“Tengo siete años entrenando duro desde cero, iniciando con un porcentaje de masa muscular nulo hasta llegar hoy en día a mi máximo nivel pesando 70 kg de puro músculo magro, algo que vengo construyendo y tallando paso a paso con mucho amor por mí misma”, se explayó Batta, quien también compitió en la categoría fit model.
“Anteriormente competí en artes marciales y de ahí mi disciplina, además también que siempre quise demostrar el nivel de experiencia y conocimientos que tiene mi esposo (Sergio Borges), mi preparador, y decidí motivarlo a continuar con su labor que es muy buena y merece todo el reconocimiento. En esta ocasión mi otro pilar fue José Poleo, también es atleta y junto a Sergio, forjaron mi templo actual, ellos me motivaron a continuar”, completó la vencedora en la justa que presentó a 10 países y más de 400 atletas.