Aromático cacao se expande por compleja zona de Perú gracias a las mujeres
El trabajo y esfuerzo de las mujeres que producen cacao en una de las zonas más complejas del Perú, conocida como el Vraem, en la parte central de la Amazonia, está dando sus frutos, aunque siguen enfrentando barreras para desarrollar todo su potencial.
El Vraem es el acrónimo del denominado Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro que abarca 69 municipios en 10 provincias de los sectores amazónicos de los departamentos de Ayacucho, Apurímac, Cusco, Huancavelica y Junín, donde habitan cerca de medio millón de personas en un territorio de 43 841 kilómetros cuadrados.
En la zona persiste la producción de hoja de coca con fines ilícitos y se mantiene presencia militar para controlar a los remanentes del grupo maoísta Sendero Luminoso, que sembró la violencia interna en este país sudamericano entre los años de 1980 y el 2000 y que en la actualidad, según diversos analistas, está al servicio de mafias del narcotráfico.
“Antes la realidad era terrible, ahora estamos mejor, con tranquilidad. Específicamente donde yo vivo, en el municipio de Santa Rosa, en la provincia de La Mar, en Ayacucho, la población está organizada, tenemos comités de autodefensa por cada cuadra y estamos al tanto de todo lo que ocurre”, dijo Nelia Soto, orgullosa cacaotera.
Presidenta en Ayacucho de la Asociación de Productores Agropecuarios Sumak Sunku (Bonito corazón, en quechua) y lideresa de su emprendimiento Chocolates Bella Moza, continúa el sueño de sus padres, también cacaoteros, quienes le contagiaron la pasión por este fruto originario de la Amazonia y cuyo nombre científico es Theobroma cacao, alimento de los dioses en griego.
“En mi parcela de una hectárea tengo variedades de cacao. Soy madre soltera y con mi trabajo estoy sacando adelante a mis tres hijas, ellas tienen 24, 15 y 10 años y he estado en constante proceso de capacitación para poder emprender y liderar”: Nelia Soto.
En diálogo con IPS en la ciudad de Lima, donde fue electa presidenta de la Red Nacional de Mujeres Productoras de Cacao de la Asociación Peruana de Productores de Cacao, recordó que en su infancia los tiempos eran muy duros y que el trabajo no redundaba en beneficios significativos pues el precio del producto era muy bajo.
La elección de Soto se produjo en el marco del XVI Salón del Cacao y Chocolate realizado en Lima en julio. Se trata de un evento anual impulsado por organismos del Estado, gremios y organizaciones no gubernamentales, entre otros. Participan delegaciones de los 16 departamentos donde se trabaja con este producto y es una oportunidad para generar mercados.
En uno de los 200 puestos de exposición y venta estaba la diversidad de los productos Sumak Sunku como chocolates, bombones, mermelada y hasta yogur endulzado con la cascarilla del cacao.
“En mi parcela de una hectárea tengo variedades de cacao. Soy madre soltera y con mi trabajo estoy sacando adelante a mis tres hijas, ellas tienen 24, 15 y 10 años y he estado en constante proceso de capacitación para poder emprender y liderar”, remarcó Soto, mientras invitaba a la degustación de la mermelada.
Ella maneja la cadena productiva desde la siembra, pasando por la recolección y el secado de los graños, para seguir con la fase de comercialización, en un proceso con un enfoque agroecológico que está dando trabajo a mujeres y hombres en su Asociación.
“Nosotras pasamos por muchas dificultades, las puertas se nos cierran incontables veces, pero les decimos ‘no están solas’ y buscamos formarlas y darles esa oportunidad que puede cambiar su vida y, sumando, vemos que le está cambiando la cara al Vraem”, agregó.