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Tiburón mantiene su frescura 50 años después

Por: Eduardo Chapellín

Como el vino, las películas y series de televisión envejecen bien o no, cuando las vemos años y décadas después de su estreno. En el caso de Tiburón (1975), que cumplió medio siglo de su primera mordida y que catapultó a Steven Spielberg a la fama, podemos decir que todavía conserva la frescura de su momento.

De entrada y según estudios del cine, es considerada el primer “Blockbuster” veraniego en la historia del cine. Basada en la novela homónima de 1974 del autor Peter Benchley, narra la historia de un gran tiburón blanco que aterroriza un pueblo costero.  

Tiburón fue el segundo largometraje de un joven Spielberg, después de  El expreso de Sugarland (1974). En un comentario que realiza para esta entrega, adaptada a las nuevas tecnologías en las pantallas, Spielberg comentó, palabras menos, palabras más, que esta cinta pudo ser el punto final de su carrera como director.

Y cómo el mismo señaló esta vez y en varias oportunidades, superó con creces el presupuesto inicial y el tiempo de producción, con numerosos retrasos y dificultades debido a la decisión de Spielberg de prescindir del uso de un tanque de agua o un escenario tierra adentro para la mayoría de las escenas oceánica. El principal lugar de rodaje fue Martha’s Vineyard, una isla frente a la costa de Massachusetts. De paso, también fue la primera gran película ambientada en el mar que se rodó de verdad en el océano. 

Además, las dificultades con los tiburones mecánicos construidos para la película impulsaron a Spielberg a buscar maneras de transmitir la presencia del tiburón en el agua sin mostrarlo. Uno de estos métodos fue usar música premonitoria para indicar la llegada del tiburón. De ahí que el compositor John Williams creó una banda sonora siniestra, puntuada por una simple pero llena de suspenso, repetición de dos notas alternas, que se convirtió en una de las piezas musicales más reconocidas de la historia del cine.

La suma de todos estos aciertos y percances al final sirvieron para crear una obra que conectaba más al espectador más con la naturaleza e hizo más creíble el ataque del siniestro tiburón.

La sinopsis no relata sobre un escualo blanco asesino que desata el terror en una playa, por lo que el sheriff local, un biólogo marino y un viejo marinero deben intentar cazar al animal. Fue protagonizada por Richard Dreyfuss, Roy Scheider y Robert Shaw, estos dos últimos ya fallecidos.  

La cintra no solo batió récords de taquilla tras su estreno, sino que también revolucionó la forma en que Hollywood comercializaba y distribuía películas, especialmente las estrenadas durante el verano… Podemos decir que este depredador fue revolucionario en varios aspectos.

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