¿Qué es el Karma?
Karma es una palabra en sánscrito que significa «acción cumplida», y es un término general para los efectos de nuestras acciones: las acciones físicas que realizamos, las palabras que hablamos y los pensamientos que pasan por nuestras mentes. Cada una de estas tres acciones produce un efecto latente en nuestras vidas, que posteriormente causa un efecto manifiesto. Así que el karma señala simultáneamente las causas y efectos de las acciones, palabras y pensamientos que forman parte de nuestra vida diaria, buena y mala, ligera y pesada, superficial y profunda.
Según el budismo, todos los aspectos de la vida están conectados entre sí por la ley de la causalidad. No sólo lo visible y material, sino también lo invisible.
Todo tiene una consecuencia. No hay acción física o espiritual que finalmente no tenga un efecto. Nuestros pensamientos pueden ser invisibles para todos, pero no es neutral a la Ley de Razonamiento.
Podemos declarar cosas que nunca haremos, pero esa declaración tendrá un efecto.
La misma acción producirá diferentes efectos dependiendo del espíritu con el que se realizó. Puedes ofrecer ayuda, por ejemplo, por generosidad, humillar a alguien, o para obtener publicidad u oportunismo. El efecto que tendrá en nuestras vidas será coherente con la intención con la que hemos actuado. Si logramos engañar a los demás o no, si nuestras acciones tienen el reconocimiento adecuado o no, la semilla que hemos plantado germinará y puede ser fuente de alimento o incomodidad para nosotros dependiendo de la naturaleza de la acción que la generó. El presente, tanto individual como colectivamente, es generado por el karma acumulado en el pasado.
Sin embargo, cuando tenemos sufrimiento tendemos a pensar que son los otros, o más generalmente «el exterior», los que nos hacen sufrir.
Que haya un culpable y nosotros seamos las víctimas. Según la visión budista, la realidad es diferente: dentro de nuestras vidas hay una causa para lo que nos pasa, es decir, nosotros somos los autores, los demás somos solo cómplices, el espejo refleja nuestro karma.
Fuente: Revista Budismo y Sociedad, número 86
Istituto Buddista Italiano Soka Gakkai